No soy guapa.

No soy guapa. Nunca he sido muy atractiva. No tengo un cuerpo bonito. No soy especialmente simpática ni sé ser adorable. No tengo una personalidad impactante ni atrayente. No soy especialmente inteligente ni ágil de pensamiento. No se me da bien nada en concreto. No tengo una sonrisa deslumbrante ni hermosa ni especial. No entiendo casi nada de este mundo, ni a casi nadie. No pongo mucho esfuerzo en lo que hago y suelo dejar las cosas a medias. No me gustan los abrazos ni los besos en la mejilla excepto si te llamo “hermano” o eres él.

Realmente, no tengo ninguna cualidad que destaque.

Pero tengo el pelo rizado. Y hay chicos con un aspecto más delicado que el mío. Cuando me pongo nerviosa doy saltitos y por un rato soy hiperactiva. Normalmente no sé cómo actuar delante de una persona que me importa mucho. Soy muy competitiva. Soy defensora de causas perdidas. No sé mantener una conversación. Solo acepto hacer teatro si es con mis amigos. Si me preocupo por alguien, lo hago hasta el final. Me gustan los gatos y el café. Ni siquiera tengo comida favorita.

Puede que no sea guapa ni especial ni destaque, pero soy Alba, y con eso me basta.