Bienvenidos.

Sonrisas que iluminan mundos sin saberlo.

Querido, queridísimo Amor.

Me gusta dejarme llevar por esa canción y cerrar los ojos mientras escucho una voz melodiosa que me susurra al oído. Imaginar que me habla del amor y de esos sueños que atesoro lejos de la realidad, sin que nadie sepa que están. Adoro la sonrisa que se me dibuja cuando el pecho se me desgarra entre latidos que duelen, porque me recuerdan eso que me encantaría poseer pero que no tengo, y que seguramente jamás consiga.

Por un delirante momento percibir el calor de tu abrazo, extasiarme con tu suspiro en la coronilla y el cariño de tu bajo tono de voz. Como si las promesas que me recitas y el castillo en el aire que construyes para mí pudiese hacerse realidad, como si la mentira fuese parte de la veracidad, como si el imposible fuese cosa fácil de alcanzar.

Mientras las notas musicales y el clamor de ese violín me transportan a un mundo paralelo, en el que estás siempre conmigo y jamás me has abandonado. En el que sigo siendo pura y nadie me ha hecho daño. Un mundo para creer en ti.

Querido, querídisimo Amor, ven esta noche y baila conmigo. Un vals de elegancia, un tango de pasión; dejemos que la música nos lleve al borde de este precipio. Creeré en ti mientras la luna recorte tu silueta en ese palacio de ensueño que jamás existió. Y mañana, cuando me dejes de nuevo en mi cama y tenga que afrontar que me has abandonado de nuevo, déjame ese buen sabor en la boca que me permita juntar los trozos de este corazón que romperás una vez más.

1 comentario:

  1. Es increíble. Me encanta. No tengo palabras, en serio. Es simplemente genial.

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