Bienvenidos.

Sonrisas que iluminan mundos sin saberlo.

Que quiero gritar.


Me gustaría que alguien me preguntara qué tal y realmente quisiera escuchar. De verdad. Me gustaría poder tener confianza suficiente con alguien para decirle que a veces me siento mal, y que me siento egoísta por eso. Que a veces me duele el pecho porque intento buscar a alguien que me escuche y no hay nadie. Que me siento mal porque escucho todo el día y doy consejos y parezco sensata y creo que es la práctica. Creo que vivo a partir de otros. Que adoro leer, pero que últimamente me encierro en los libros. Que ya no me apetece ni sentarme a leer Jane Austen. Que a veces echo de menos a toda esa gente que un día dijo que era genial y luego se olvidaron de sus palabras. Que estoy cansada. Que estoy harta. Que me muerdo la lengua y el corazón esperando el momento para poder liberarme. Que estoy llorando y que siento que no tengo ningún derecho para ello, porque mi vida está bien y todo va bien y no lo entiendo. No lo entiendo. 

Que la música no es suficiente, que las historias se empiezan y no se terminan. Que me siento sola. Que creo que me estoy aislando sola y necesito a alguien que me pare y me tienda la mano y no me deje alejarme. A veces me siento como una mierda. Luego alguien me cuenta sus problemas y me quema el pecho intentando ayudar sin poder, intentando reprimir las ganas de contar todo esto porque no son problemas. Son paranoias. Y duelen, sí, pero sigo sin tener derecho. 

Que a veces no puedo. Que me sobrepasa, me agobia y me aplasta. Se me hace un nudo en la garganta  y todo se hace demasiado grande y hay muchas sombras y muchos monstruos y no sé si es miedo. No sé si es rabia. No sé qué es. Necesito algo. Que alguien me haga reír, que llore conmigo un momento, quizás. Quiero un abrazo. Uno largo, y un silencio cómodo. Sentirme entendida. Sin presiones, sin dolor, sin sentirme culpable. Ojalá supiera por qué me siento tan culpable. ¿A quién hace daño mi dolor? 

Que quiero gritar y gritar y gritar y pedirle perdón a alguien y no sé a quién. No sé si es a mí, a los demás por sentirme mal por nada, al cielo o a qué. Que alguien me ayude. Aunque luego no sepa como aceptar ayuda. Que alguien lo intente de verdad.

Estoy gritando, ¿es que nadie lo oye? Llevo gritando todo este tiempo. 

Sálvame, joder, ayúdame. 

Escúchame. 

¿Hay alguien ahí?

Y ahora, a dejar de restregarme en la mierda y la autocompasión. Porque esta no soy yo, ¿vale? No soy yo.

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